martes, 10 de junio de 2014
Salsa
Salsa es el término usado a partir de los años setenta para definir al género musical resultante de una síntesis de influencias musicales cubanas con otros elementos de música caribeña, música latinoamericana y jazz, en especial el jazz afrocubano. La salsa fue desarrollada por músicos de origen «latino» (latinoamericano) en el Caribe hispano y la ciudad de Nueva York.
La integración de las tumbadoras y el bongo en los conjuntos que tocaban son montuno fue un elemento fundamental en la instrumentación de orquestas de baile.
En los años treinta, los sextetos y septetos de son (que solo usaban bongó) eran muy populares en Cuba. Cuando Gerardo Machado prohibió el uso del bongó, las charangas (que solo usaban timbales) incrementaron su popularidad. La censura al bongó fue levantada a finales de los años treinta por lo que fueron utilizados nuevamente en la música popular cubana.
Cerca de 1940, el Conjunto Llave (de Rafael Ortiz) introdujo las tumbadoras (o congas) en una orquesta,[cita requerida] instrumentos que anteriormente solo se usaban en música folclórica afrocubana. Arsenio Rodríguez popularizó el uso de las congas al integrarlas a su conjunto, introduciendo el son montuno a nivel comercial.6
En los años cuarenta, Mario Bauza, director y arreglista de la orquesta de Machito «Los Afro-Cubans», agregó trombones al son montuno y la guaracha. Estas innovaciones influenciaron a músicos como José Curbelo, Benny More, Bebo Valdés.[cita requerida] En el álbum Tanga (de 1943), Bauza fusionó elementos de la música afrocubana con el jazz.
La influencia del jazz afrocubano y del mambo desarrollado por Pérez Prado en 1948, propició la introducción del saxofón en las orquestas de son montuno y guaracha. En 1955, Enrique Jorrín le agregó trompetas a las orquestas de charanga, que hasta ese momento solo usaban violín y flauta.[cita requerida]
Ya para los años cincuenta, la música bailable cubana, es decir el son montuno, el mambo, la rumba y el chachachá, se constituyó en un elemento de gran popularidad en los Estados Unidos y Europa.5
En la ciudad de Nueva York, el «sonido cubano» de las bandas se fundamentó en los aportes de músicos cubanos, puertoriqueños y dominicanos. Como ejemplo, podemos mencionar a Machito, Tito Rodríguez, Johnny Pacheco, Tito Puente o incluso figuras como el director catalán Xavier Cugat. Por otro lado, y ya fuera del círculo de Nueva York, grupos como la Orquesta Aragón, la Sonora Matancera y Dámaso Pérez Prado y su mambo lograron una importante proyección a nivel internacional.5
El mambo fue influenciado por el jazz afrocubano y el son. Las grandes bandas de este género mantuvieron viva la popularidad de la larga tradición del jazz dentro de la música latina, mientras los maestros originales del jazz se circunscribieron a los exclusivos espacios de la era del bebop.7
La música latina interpretada en Nueva York desde 1960 fue liderada por músicos como Ray Barretto y Eddie Palmieri, los cuales estaban fuertemente influenciados por ritmos cubanos importados como la pachanga y el chachachá. Después de la crisis de los misiles en 1962, el contacto cubano-estadounidense decayó profundamente.7
El cuatro puertorriqueño fue introducido por Yomo Toro en la orquesta de Willie Colón[cita requerida] en 1971 y el piano eléctrico en los años setenta por Larry Harlow.[cita requerida]
En los años setenta se incrementó la influencia puertorriqueña en el ámbito de la música latina en Nueva York y los «nuyoricans» pasaron a ser una referencia fundamental. La palabra salsa para designar la música hecha por los «latinos» en Estados Unidos, comenzó a usarse en las calles de Nueva York a finales de los años sesenta y principios de los setenta. Por esta época, el pop latino no era una fuerza importante en la música que se escuchaba en Estados Unidos, habiendo perdido terreno frente al doo wop, al R&B y al rock and roll. En ese contexto, el surgimiento de la salsa abrió un nuevo capítulo de la música latina, especialmente en los Estados Unidos.
viernes, 6 de junio de 2014
La Música del Reciclaje, un proyecto para ayudar a los jóvenes
La Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura (Paraguay) inspira la creación en España de una iniciativa de formación para niños en riesgo de exclusión social | El proyecto impulsado por Ecoembes se pone en marcha coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente
Se trata de una iniciativa pionera en nuestro país en la que por primera vez se formarán a niños en riesgo de exclusión social para crear una orquesta de instrumentos reciclados. El objetivo es ofrecer a estos niños una oportunidad a través de la educación basada en valores medioambientales y en la música.
El proyecto La Música del Reciclaje se inspira en las actividades de la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura (Paraguay), un grupo infantil y juvenil que visitó por primera vez España el pasado mes de diciembre invitado por Ecoembes. La orquesta de Cateura tiene su origen en el barrio marginal de Asunción donde miles de personas viven en las inmediaciones de un vertedero. La iniciativa y empeño de diversos voluntarios y músicos ha hecho posible que un grupo de jóvenes de esta zona de Paraguay reciban formación y participen en una orquesta con instrumentos construidos a partir de materiales de desecho.
Inspirado y hermanado con este proyecto, Ecoembes ha puesto en marcha La Música del Reciclaje. Esta iniciativa consta de varias fases. En una etapa inicial se formará a los alumnos, de entre 6 y 12 años, de dos centros seleccionados, el centro educativo madrileño ‘Núñez de Arenas’ y el Hogar Infantil Villa Paz de Pozuelo de Alarcón (Madrid).
A partir del mes de septiembre comenzarán las clases, y durante dos días a la semana se impartirán conocimientos teóricos, como lectura musical o solfeo, y especializados, como cuerda (violín, violonchelo y contrabajo), guitarra y viento (flauta y saxo). De todos los alumnos que reciban formación, se hará una selección que formará la Orquesta Ecoembes. El primer gran hito será compartir escenario el próximo año con la Orquesta de Cateura, quienes volverán de nuevo a España para realizar una gira de conciertos por varias ciudades.
Los nuevos 'luthiers' o fabricantes de instrumentos
La iniciativa incluye también la creación y montaje de sus propios instrumentos musicales, fabricados con elementos de desecho. De hecho, se contará con la colaboración de un grupo de luthiers que se encargará de escoger los residuos de un vertedero para convertirlos, posteriormente, en instrumentos, pudiendo así tener una segunda vida. Además, Ecoembes ha puesto en marcha una campaña de donación de instrumentos, con el objetivo de que los ciudadanos que cuenten con instrumentos puedan cederlos, de manera solidaria, para la formación de los alumnos.
“El reciclaje, como la música, es algo que nos une a todos. Por ello, nos sentimos más que orgullosos de habernos involucrado en una iniciativa solidaria como esta en la que los niños nos muestran el reciclaje como una forma de superación”, asegura Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes.
Según el director educativo del proyecto, Víctor Gil, “es emocionante comprobar en qué medida puede la música ayudar a estos niños. Este proyecto es un reto que nos sirve para demostrar cómo la música y el reciclaje pueden cambiar una vida”.
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